Una Experiencia Culinaria Vasca de Sabor Cremoso
Originario del País Vasco, esta delicia marinera combina la simplicidad de sus ingredientes con la magia de su preparación para crear una experiencia gastronómica inolvidable. El secreto de su irresistible atractivo radica en la emulsión sedosa y dorada que se forma al cocinar el bacalao con aceite de oliva y ajo, dando como resultado una salsa celestial que enaltece el sabor delicado del pescado.
Ingredientes:
- 4 lomos de bacalao desalado y sin piel
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla o pimiento chile (opcional)
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Instrucciones:
Desalar el bacalao (si es necesario): Si el bacalao que tienes es salado, debes desalarlo previamente. Para hacerlo, sumerge los lomos de bacalao en agua fría durante al menos 24 horas en la nevera, cambiando el agua cada 6-8 horas. Una vez desalado, escúrrelo y sécalo con papel de cocina.
Preparar el pil pil: Pela y corta los dientes de ajo en láminas finas. Si decides usar guindilla o pimiento chile, córtalo en rodajas finas y retira las semillas si prefieres un sabor menos picante.
Cocinar el bacalao: En una cazuela de barro o una sartén antiadherente, vierte el aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio. Agrega los ajos laminados y la guindilla (si la estás utilizando) y deja que se cocinen lentamente hasta que los ajos se doren ligeramente y suelten su aroma, pero sin que se quemen.
Agregar el bacalao: Con el aceite caliente y los ajos dorados, añade los lomos de bacalao con la piel hacia abajo en la cazuela. Es importante que el fuego no esté demasiado alto para que el bacalao se cocine de manera suave y se desprenda la gelatina característica del pil pil.
Emulsionar el aceite: Con movimientos suaves y constantes, mueve la cazuela en círculos o muévela hacia adelante y hacia atrás para emulsionar el aceite con la gelatina que suelta el bacalao. Debes hacerlo de forma delicada para evitar que el bacalao se deshaga. Este proceso puede llevar unos 8-10 minutos aproximadamente.
Servir: Una vez que el aceite se haya emulsionado completamente y tenga una textura cremosa, retira la cazuela del fuego y sirve el bacalao al pil pil inmediatamente, acompañado de un buen pan crujiente para mojar en la salsa.
Desde la delicada textura del bacalao hasta la sedosa emulsión del pil pil, cada elemento se fusiona armoniosamente para crear una sinfonía de sabores que deleita los sentidos y deja una impresión perdurable en el corazón de quienes lo prueban. Así que la próxima vez que te encuentres en busca de una experiencia culinaria inolvidable.
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