Ingredientes:

Para el bizcocho:

150 g de chocolate negro (mínimo 55% de cacao)
150 g de mantequilla a temperatura ambiente
150 g de azúcar glas
6 huevos (separando yemas y claras)
100 g de azúcar granulada
150 g de harina de trigo
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla

Para el relleno:

200 g de mermelada de albaricoque

Para el glaseado de chocolate:

200 g de chocolate negro
200 ml de nata líquida (crema de leche)
50 g de mantequilla

Instrucciones:

Preparar el bizcocho:

Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde redondo desmontable de 22-24 cm de diámetro.
Derrite el chocolate negro al baño maría o en el microondas y deja enfriar un poco.
En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa y suave.
Añade las yemas de huevo una a una, batiendo bien después de cada adición.
Incorpora el chocolate derretido y la esencia de vainilla a la mezcla, batiendo hasta que esté bien combinado.
En otro bol, bate las claras de huevo con una pizca de sal hasta que formen picos suaves. Añade gradualmente la azúcar granulada y continúa batiendo hasta que las claras estén firmes.
Incorpora un tercio de las claras batidas a la mezcla de chocolate y mantequilla, mezclando con movimientos envolventes. Añade la harina tamizada en dos partes, alternando con el resto de las claras batidas, hasta obtener una masa homogénea.
Vierte la masa en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula. Hornea durante 45-50 minutos o hasta que, al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
Deja enfriar el bizcocho en el molde durante 10 minutos, luego desmóldalo y deja enfriar completamente sobre una rejilla.

Preparar el relleno:

Una vez que el bizcocho esté completamente frío, córtalo por la mitad horizontalmente para obtener dos capas.
Calienta ligeramente la mermelada de albaricoque para que sea más fácil de untar.
Unta la mermelada sobre una de las capas de bizcocho, luego coloca la otra capa encima.

Preparar el glaseado de chocolate:

Derrite el chocolate negro junto con la nata líquida y la mantequilla al baño maría, removiendo hasta obtener una mezcla suave y brillante.
Coloca la tarta sobre una rejilla con una bandeja debajo para recoger el exceso de glaseado.
Vierte el glaseado de chocolate sobre la tarta, asegurándote de cubrirla completamente, incluidos los lados. Usa una espátula para alisar y eliminar el exceso de glaseado.

Finalizar y servir:

Deja que el glaseado se enfríe y se endurezca a temperatura ambiente o en el refrigerador.
Una vez que el glaseado esté firme, transfiere la tarta a un plato de servir.

¡Disfruta de esta deliciosa Tarta Sacher, una auténtica delicia de chocolate perfecta para cualquier ocasión especial!

Esta receta clásica austriaca es ideal para los amantes del chocolate, ofreciendo un equilibrio perfecto entre la esponjosidad del bizcocho y la intensidad del glaseado de chocolate.