¿Tienes sobras de pollo frito del día anterior y estás buscando una forma deliciosa de darles una segunda vida? ¡Estás en el lugar correcto! Esta receta de sopa con pollo frito aprovecha esas sobras y las transforma en una comida reconfortante y llena de sabor. Con ingredientes simples y pasos fáciles de seguir, estarás disfrutando de una sopa casera en poco tiempo. ¡Así que, sin más preámbulos, vamos a comenzar a cocinar esta irresistible sopa con pollo frito!

Ingredientes:

Restos de pollo frito del día anterior (pechuga, muslos, o cualquier parte que tengas)
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla, picada
2 dientes de ajo, picados
2 zanahorias, en rodajas
2 ramas de apio, en rodajas
1 pimiento rojo, picado (opcional)
1 taza de maíz enlatado o congelado
8 tazas de caldo de pollo (casero o envasado)
1 cucharadita de tomillo seco
1 cucharadita de orégano seco
Sal y pimienta al gusto
Fideos de sopa (opcional)
Perejil fresco picado para decorar

Instrucciones:

En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados y saltea hasta que estén fragantes y translúcidos.
Agrega las zanahorias, el apio y el pimiento rojo (si lo estás utilizando) a la olla. Cocina durante unos 5 minutos, o hasta que las verduras comiencen a ablandarse.
Añade los restos de pollo frito del día anterior a la olla. Puedes desmenuzar el pollo en trozos más pequeños si lo prefieres.
Vierte el caldo de pollo en la olla y agrega el maíz. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a fuego lento.
Añade las hierbas secas (tomillo y orégano) a la sopa y sazona con sal y pimienta al gusto. Deja que la sopa hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que los sabores se mezclen y las verduras se cocinen completamente.
Si deseas agregar fideos a tu sopa, cocínalos por separado de acuerdo con las instrucciones del paquete y luego agrégalos a la sopa justo antes de servir.
Prueba la sopa y ajusta el condimento según sea necesario.
Sirve la sopa caliente, espolvoreada con perejil fresco picado para darle un toque de frescura.

Ahora que has preparado esta reconfortante sopa con pollo frito, estás listo para disfrutar de una comida deliciosa y satisfactoria. El pollo frito del día anterior se ha convertido en el ingrediente estrella de esta sopa, añadiendo un toque de sabor crujiente y un rico aroma. Esta receta es perfecta para esos días en los que buscas algo cálido y casero sin tener que pasar horas en la cocina. ¡Esperamos que hayas disfrutado de esta receta tanto como nosotros! No dudes en personalizarla con tus propias variaciones de ingredientes y compartir esta delicia con amigos y familiares. ¡Buen provecho!